jueves, 20 de enero de 2011

Capítulo 4.

Bueno, bueno, bueno... JUEVES, lo que significa que mañana es VIERNES, y pasado SÁBADO, fuck yeah, el weekend ya está aquí.
Pues HOLA, I'M NAT FUCKING POYNTER GASKARTH IERO y no sé cuántos apellidos más, I know, molo. Bien, este es el capítulo cuatro, princesitas, y principitos :D Y lo subo antes de que Patri me degolle o me decapite o me meta en la guillotina o me clave un hacha en la cabeza y eso... :P


Capítulo 4. (Jamie)
2004

-Dios, me ha encantado-dije en cuanto me situé junto a Rian.
-Vaya, gracias-él sonrió. Tenía una sonrisa preciosa.- ¿Y cuál te ha gustado más?
-¿De las que he escuchado?-me quedé pensativa, intentado averiguar el nombre.-Memories that fade like photographs creo, se llama así, ¿no?
-Sí, sí. Veo que tienes buena memoria-y volvió a sonreír.-Me alegro de que tu amiga pudiese arreglar más o menos el estropicio que causó Jack, es un torpe.
-¡Oye, que sigo aquí!-gritó el aludido. Estaba cerca de nosotros, hablando con una chica bastante mona.
-No te preocupes-le sonreí de vuelta.-Ya me di cuenta de su torpeza. De todos modos, Maggie siempre tiene una excelente idea para algo.
-Parece ser que ella y Alex han hecho buenas migas-notó Rian, mirándome.- ¿Te apetece algo de beber?
-Está bien, cualquier cosa-dije y giré a mi alrededor buscando a Maggie.-Magg ha desaparecido… Mierda.
-Está con Alex, han salido hace un par de minutos-me informó.

Ambos fuimos directos a por algo de beber. Yo conseguí una fanta, no es que fuese una gran fan del alcohol, y tampoco presté demasiada atención a lo que él pidió. Después regresamos de nuevo al escenario, donde estaba Zack hablando con una chica, poco después, esa pareja también desapareció de nuestra vista y Jack vino corriendo hacia nosotros, exaltado.

-¿Qué ocurre?-Rian le miró raro.
-No tengo globitos…-Jack le puso ojitos y yo empecé a reírme.-No te rías.
-Ya me imagino porque no te quedan-conseguí decir.-Seguro que no esperabas esto, y decidiste guardarlos en casa.
-No es por eso-se defendió él.-Es porque los he gastado todos.
-Ya, a mí me ha pasado lo mismo-Rian le sonrió. Joder, qué sonrisa. Tan… Blanca.-Hoy te quedas sin mojar.
-¡A pelo!-exclamó Jack aun más emocionado.
-Oh dios, muy desesperada tiene que estar esa chica para que te lo deje hacer a pelo.
-Eh, Jamie, también hay para ti si quieres-codeó mis costillas con suavidad y yo le golpeé en el pecho.-Auch.
-Baja ese ego, imbécil-bufé.-Encima de torpe, imbécil. ¡Qué buen plan!
-Joder, me dejas por los suelos… Bueno, espera-Jack se hizo el pensativo mientras Rian se reía.-Nah, creo que necesitaría algo más que una cría para bajarme el ego. Y tú no te rías, bobo.

Y dicho esto, desapareció, dejándome a mí con un Rian riéndose a más no poder. Miré mi reloj, les prometí a mis padres que no estaríamos muy tarde en casa, pero de todos modos, no creía que se enfadasen.

-¿Tienes toque de queda?-preguntó el batería sonriéndome. Qué dejase de sonreír, por favor.
-No creo, vamos, no me imagino tener toque de queda, pero les prometí no llegar demasiado tarde, y además, Maggie se queda a dormir en mi casa y tengo que encontrarla todavía y…
-Y yo te ayudo-me miró a los ojos.-Así, puedo conocerte un poco más.
-No sería muy justo que tú me ayudases a buscar a Maggie, dos veces en una sola noche…
-Es que tu amiga es muy escurridiza-él mismo se rió levemente de su propio chiste.-Anda vamos, seguro que Alex le estará contando cosas del grupo. Le encanta contar cosas de All Time Low.
-Me lo imagino…-Sonreí.

Ambos recorrimos la casa de arriba abajo, hablando de cosas sin sentido, riéndonos o bien, hablando de nuestros gustos, la música, los helados… Le conté que adoraba la fotografía, y que la cámara era algo que nunca dejaba en casa, sólo que no veía muy apropiado llevarla para esa fiesta. Él me dio la razón, y me sonrió de nuevo. Me gustaba su sonrisa, era blanca, perfecta, y te inspiraba confianza, no sé como lo hacía.

-¿Dónde más nos queda por buscar?-pregunté apoyándome en la pared.
-En el porche, ¿no? Creo que es el único lugar donde no hemos mirado. Creo que ya me conozco esta casa mejor que la mía-y volvió a sonreír.

Bien, le hice caso. Ambos recorrimos el salón, evitando a todos aquellos que iban con más alcohol que sangre por las venas, y salimos al porche. Miramos a todos lados, y por fin vimos el pequeño sofá, apartado de la gente. Alex y Maggie hablaban y se reían. Parecían pasárselo bien.

-Disculpa, Romeo-comenté acercándome a ellos. Maggie me miró mal.-Pero… Magg, ¿sabes qué hora es?
-Pues no, jefa, no tengo reloj-me sonrió divertida.
-Deberíamos irnos, ya-le recordé y me crucé de brazos.
-Jo, cuando mejor me lo estaba pasando-lo dijo todo con voz de niña pequeña, y Alex se empezó a reír.- ¡No te rías, bobo!
-Es que es muy gracioso-y otra vez a reír.
-¿Nos vamos?-volví a preguntar, y noté como mi móvil vibraba.-Por favor, Magg, seguro que es mi madre…
-Está bien, está bien-suspiró y se levantó del sofá al mismo tiempo que Alex.
-Me lo he pasado realmente bien ayudándote a buscar a tu amiga-Rian sonrió.-Espero verte en otra ocasión, eh.
-Y yo-sonreí viendo como volvía a entrar dentro de la casa.
-¡Alex, te espero dentro!-gritó Rian antes de perderse entre la gente por completo.
-Bueno…-Maggie se frotó el cuello, estaba nerviosa. Yo sólo sonreí de lado mirándoles.-Gracias de nuevo, Alex.
-No te preocupes, boba-Alex le sonrió y Maggie besó su mejilla.-Yo te llamo, o me llamas tú o…
-Sí, sí, creo que lo ha cogido-rodé los ojos y tiré de Maggie, que se quedó observando como Alex entraba en la casa.
-Ha sido épica-comentó mientras ambas corríamos hacia el coche de mi madre, que esperaba aparcado en la esquina de la calle.

Entramos y saludamos a mi madre. Fue un trayecto lleno de preguntas acerca de al fiesta, del grupo, de la gente que había ido. Mi madre me preguntó por la camiseta, y le dije que la había dejado en casa, porque no me combinaba bien. Después de mucho pensarlo, pareció darlo por válido.
Cuando llegamos a casa, Maggie y yo nos pusimos el pijama y nos dejamos caer sobre nuestras camas y suspiramos, finalmente, nos reímos al recordar lo que había pasado esa noche.

-Tía, la voz de Alex, es…
-Lo sé-susurró Maggie con voz soñadora.-Es increíble.
-Es tu héroe, ¿no?-reí lanzándole una almohada.
-Bah, cállate ya, pesada-rió, acomodándose.-Buenas noches, amiga.

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