miércoles, 23 de marzo de 2011

Capítulo 22.

Antes de que Patri me mate y reconociendo que Rian Dawson es sexy aun a pesar de que corra el riesgo de morir, he de decir personalmente que me encanta escribir sobre Jamie y sus líos, o sobre Jamie y sus pensamientos, me encanta escribir este puto fic y no quiero que acabe, porque me gusta y porque si acaba, Patri quiere hacer algo que yo no sé si sería capaz de hacer si escribiese yo el fic sola.
No tenía pensado poneros posdatas, así que sentiros afortunados :) Love y'all little bastards.


Capítulo 22. (Jamie)
2004

La noticia de que los chicos iban a tener discográfica, me encantó. La verdad es que se lo merecían, eran bastante buenos y merecían cumplir su sueño. Alex y Maggie iban demasiado acaramelados, incluso se besaban sin miedo a lo que la gente pudiese decir, me encantaba ver a Maggie así.

-Oye, Jamie-susurró Jack en mi oído.-Hoy te acompaño, ¿vale?
-Sí, porque Alex y Maggie van a comer con los padres de Maggie-no pude evitar reírme, y Jack se unió a mis risas.
-Esto va a ser muy divertido, ¿le has pedido que lo grabe?
-¡Sí!-reí y besé su mejilla.-Va a ser increíble.
-Cómo te gustan estas cosas-él rió y me agarró por la cintura.

Alex y Maggie se despidieron de nosotros y entraron en casa de Maggie. Jack sonrió y me acompañó, antes de llegar a mí casa, y para evitar miradas incómodas, Jack me giró haciendo que me encontrase cara a cara con él.

-Podíamos quedar algún día…-susurró y rozó nuestros labios.-O puedo pasarme yo por tu casa…
-Bueno…-murmuré.

Jack me empujó un poco más hacia él y me besó con diversión. Nuestras lenguas se encontraron casi al instante, y yo rodeé su cuello con mis brazos, mientras él me abrazaba más fuertemente por la cintura.

-Bueno, será mejor que te deje en la puerta de casa, sana y salva-sonrió de nuevo y besó mi cuello con rapidez.

Me dejó delante de la puerta de mi casa y besó la comisura de mis labios con diversión. Después se marchó y yo entré en casa. Mis padres estaban en la cocina, preparando la comida. Comimos con tranquilidad y después subí a mi cuarto.

Me habían regalado una camiseta de Maroon 5, la verdad, es que se agradecía. Pero había algo que no acababa de convencerme de la tal Lisa. Apostaba cualquier cosa a que sólo estaba haciéndose amiga de Maggie por Alex y el grupo, porque estaba bastante claro que a mí no me caía para nada bien.

Mi móvil empezó a vibrar encima de la mesilla, lo cogí al ver que era Rian.

-¿Sí?
-¡Jamie! Oye, ¿te apetece ir a hacer un par de fotografías por Baltimore?-preguntó ilusionado.
-Me gusta la idea, ¿pero no tienes que estar a las nueve para lo de la cena con los productores o algo así?-pregunté curiosa.
-Oh cierto… ¿Puedo pasarme por tu casa?
-Sí, claro. Además, Alex está dándole clases a Maggie de guitarra…-murmuré tumbándome en la cama.
-Sí, claro, de guitarra…-susurró y ambos reímos.
-Entonces, ¿a las cuatro y media vienes? Mis padres se van a trabajar a esa hora, y si quieres podemos ver una película o escuchar música o algo por el estilo…
-O me puedes ayudar con lo de la chica esta-propuso aun más feliz.
-Está bien, me gusta eso de ayudar, creo que me lo ha pegado Maggie…
-Sí, además, me tienes que contar lo de que te liases con Jack-su voz tenía un tono molesto, pero decidí pensar que sólo era mi imaginación.- ¿Me mandas un mensaje con tu dirección?
-Vale, en un ratito te lo envío. Hasta dentro de un rato.-colgué y bajé las escaleras.-Mamá, va a venir un amigo a dejarme unos apuntes, y seguramente se quede porque tiene problemas con su novia y quiere hablar conmigo.
-¿No será el amigo de Maggie?-inquirió mi madre asomándose por la puerta.
-Maggie no tiene novio, mamá-dije y omití decir el “de momento” que todos sabíamos ya.-Pero es amigo del amigo de Maggie, si te sirve.
-Vale, pero nada raro y…
-¡Siempre me dices lo mismo, mamá!-exclamé.
-Lo sé, pero siempre me haces caso, por eso te lo digo-sonrió y volvió a la cocina.

Le mandé el mensaje a Rian y abrí el libro de biología para terminar la autoevaluación, así hacía algo interesante hasta que él fuese a casa. Me di prisa en acabar los ejercicios, porque a las cuatro menos cuarto tenía la autoevaluación completa, así que encendí el ordenador y puse Green Day de nuevo, American Idiot me motivaba mucho.

Lo primero que hice al tener el ordenador encendido, fue entrar en el msn, aunque Maggie no estaba, lo dejé encendido por si aparecía, y después me fui a una página de Internet para poder ver películas en buena calidad, y estuve mirando que películas podía ver si a Rian le apetecía ver alguna. Al final, yo me decanté por entrenador Carter, más que nada porque Channing Tatum me encantaba.

A las cuatro y media, Rian llamaba a la puerta de mi casa con la típica sonrisa que le caracterizaba. Le invité a pasar y le guié hasta mi cuarto, él pareció conforme con ver la película que yo había seleccionado, y mientras la peli cargaba, él y yo bajamos a hacer palomitas.

-¿Por qué te liaste con Jack?-preguntó con curiosidad mientras escuchábamos las palomitas explotar dentro del microondas.
-No me gusta que den por sentado que si Jack quiere, Jack puede. Yo quería, yo pude. Es una tontería que todo el mundo piense que Jack se las lleva porque sí. Fui yo quien se lió con Jack, no él conmigo-me encogí de hombros y puse las palomitas en un bol. Cogimos dos latas de Fanta y volvimos a subir a la habitación.

La película fue bien, Rian y yo estuvimos hablando largo y tendido sobre los chicos, sobre All Time Low y sobre la noticia de la discográfica, pero nos centramos sobre todo en el tema de la chica que traía loco a Rian, de verdad le gustaba, eso se podía notar.

-Es que, no sé. No la conozco desde hace mucho, quizá tú la conozcas…-comenzó.-La conocí en la fiesta de Frank, y la veo todos los días y tal. No sé, me cae genial, es simpática, agradable, sincera, y no se acobarda fácilmente, eso me gusta.
-¿Y dónde está el pero…?-le miré curiosa.
-Que yo no le gusto a ella, porque si le gustase se habría notado. Mira tú y Jack por ejemplo, siempre estáis hablando y os picáis mutuamente. O Alex y Maggie, siempre están juntos y todo eso…
-¿Y?-le miré de nuevo, sin entenderle.-Venga, Rian. Ahora me dirás que te da miedo ir a por ella. Has perseguido tu sueño con All Time Low, y vais a conseguirlo. ¿Pero te da miedo ir de cabeza a por una chica porque ella no ha mostrado ningún signo de que le gustes?
-Sí.
-Entonces enamórala-dije y me encogí de hombros.-Si de verdad te gusta, enamórala.

viernes, 11 de marzo de 2011

Capítulo 21.

¡¡He aquí nuevo cap!! Me echan, así que... x)
¡Espero que os guste!
Patri.

Capítulo 21. (Maggie)
2004

Despertamos con un ligero dolor de cabeza, nada que no se pudiera remediar con un ibuprofeno y un calentito vaso de leche.
Las clases no fueron mal, nos dieron las notas de los exámenes y Jamie y yo teníamos todas las asignaturas aprobadas y con buena nota. También entregamos los regalos del amigo invisible, y me alegré bastante de que Frank no hubiera asistido a clase, una mentira que evitaba. A mí me lo entregó una chica llamada Lisa, que me dio una sudadera de Blink-182. Lisa se vino en el recreo con nosotras, diciendo que nos había visto en el cumpleaños en el que habían tocado All Time Low.
La chica era simpática, la verdad, aunque a Jamie no le cayó del todo bien.

-Es una interesada, Magg –suspiró. Estábamos en las taquillas, dejando unos libros y cogiendo las mochilas, listas para salir.
-¿Por qué? ¿Porque nos ha visto en un cumpleaños? Venga ya, Jamie.
-No, porque sabe que somos amigas de ellos –suspiró, irritada-. Lo único que debe de querer es estar con ellos.
-Mira, dale una oportunidad. Es simpática, me cae bien –sonreí-. ¿Lo harás por mí?

Ella, tras un largo suspiro, asintió.

-Tápate un poco más el chupetón, Magg. Te está mirando todo el instituto –rió.
-Con que no lo vean mis padres… bastante tengo ya con mi madre insistiendo en que Alex se quede a cenar –bufé-. Lo peor es que hoy comen mis padres en casa.
-Oh, Dios –rió-. Grábalo, por favor, y pásamelo. Quiero ver vuestras caras.

Entre risas, llegamos a la puerta, donde Alex y Jack nos abrazaron. Sí, los dos a las dos, a la vez. Tipo el “abrazo fuerte” de los Teletubbies.

-Eh, ¿y esa alegría?

Pero los dos estaban muy emocionados como para contestarme. Sólo Jack lo pudo decir:

-¡¡TENEMOS DISCOGRÁFICA!! –exclamó.
-¿¡Enserio?! –gritamos Jamie y yo, y les abrazamos.

Alex reaccionó besándome y, cuando nos separamos, le besé la mejilla. Me alegraba muchísimo por ellos. Llevaban muchísimo tiempo persiguiendo su sueño, y al fin lo iban a conseguir.
Decidimos emprender el camino a casa, felices.

-Es genial –sonreí, Alex y yo íbamos delante, abrazados-. ¡¡Cuenta!!
-Pues se nos ha acercado la chica que dio el cumpleaños y nos ha dicho que a las nueve unos directivos de Emerald Records quieren cenar con nosotros para negociar un contrato, así que hoy no habrá ensayo –sonrió.
-¿Y clases? –pregunté. Llevaba todo el día pensando en estar con él.
-Claro que sí, enana –volvió a sonreír, y besó mis labios con suavidad.

Llegamos a casa y entramos, dejando que Jack acompañara a Jamie a casa.

-Hola –saludé.
-Hola, cielo –me contestó mi padre desde la cocina-. ¿Ha venido Alex también?
-Sí, vamos a dejar las cosas y bajamos a comer –dije.

Subimos las escaleras y entramos a mi cuarto.

-¿Tus padres comen hoy con nosotros? –me preguntó Alex.
-Sí –reí-. Lo siento.
-No, ¿qué dices? Será divertido –rió-. Tápate mejor la marquita, si no quieres que me echen de casa.

Me abrazó, besó con suavidad la marca que me había dejado en el cuello la noche anterior, y me la tapó con mi pañuelo.

-Hecho –sonrió.

Bajamos las escaleras y nos internamos en la cocina, donde estaba mi madre repartiendo la comida en los platos y mi padre, sentado. Se saludaron y Alex y yo nos sentamos. Vale, estaba nerviosa. Más que nada, porque mi madre ya sospechaba que Alex me gustaba y mi padre estaba empezando a pensar que tantas visitas y demás no eran normales de un amigo.
La comida no fue tan terrible como me imaginé, pues Alex sacó el magnífico tema de su posible contrato discográfico y mis padres se interesaron más en eso que a dónde iban a parar los labios de Alex.
Cuando terminamos de recoger la mesa, subimos a mi  habitación. Traje las guitarras, y le di la de mi padre a Alex.

-Bien, ¿has practicado estos días? –me preguntó.
-Sí, y me sale más o menos bien –sonreí-. Pero seguro que ahora la tocas tú y me dejas los dientes largos.

Él rió y la tocó. En efecto, hice la predicción exacta. Lo repetí yo, y me aplaudió.

-Sí, venga ya, ahora trata de camuflar mi penosidad –reí-. Ahora, ¡enséñame! Para algo te pago.
-No me pagas.
-Ah, bueno, entonces te quedas sin besos.
-Genial.
-Pues vale.

Pero él me robó un beso, haciendo que se me cayera la guitarra. Le miré amenazadoramente y dije:

-¡Deja de distraerme, Alejandro! Ahora, a tocar.

La recogí y me continuó enseñando tablaturas, me dio una que no tenía nombre.

-¿De qué canción es? –le pregunté.
-No te lo puedo decir. Tú, tócala.

Le hice caso. Me sonaba, mucho. La seguí practicando, bajo la atenta mirada de Alex, que de vez en cuando la tocaba él para que yo no me atascara.

-Es… -comencé a decir.
-Sí –sonrió, besándome con suavidad.

¿Por qué lo habría hecho? ¿Por qué me habría enseñado a tocar Lullabies? Dejé la guitarra a un lado de la cama y le abracé.

martes, 8 de marzo de 2011

Capítulo 20.

Isn't that much fun staring down a loaded gun? So I won't stop dying, won't stop lying, if you want i'll keep on crying. Did you get what you deserve? Is it what you always want me for? 
Hola mundillo, ¿qué tal? :D Subo porque si no, Patri me pega, but anyways, aquí tenéis el capítulo, adoradnos, somos guays :D



Capítulo 20. (Jamie)
2004

Me lo estaba pasando bastante bien. El concierto de los chicos había ido bien, y el pub era bastante mono. No había bebido, bueno, sí, Maggie me convenció para que probase el vodka con limón y acabé pidiéndome una copa, pero tenía que centrarme en la apuesta. Si querían que me liase con Jack, lo haría, además, yo también tenía ganas a ese guitarrista.

Crucé la pista para ir a preguntar por Maggie y Alex, a los que había visto salir de allí apenas un par de minutos atrás, pero no fue precisamente eso lo que pasó. Choqué con alguien que me tiró la copa encima.

-Me cago en…-bufé y luego el chico levantó la vista para mirarme.-¡Hostia puta, Jack!
-Joder, siempre nos pasa lo mismo-empezó a reírse y me di cuenta de que seguramente, fuese por los efectos del alcohol, porque yo a eso no le veía la gracia por ninguna parte.-Ven, te acompaño a limpiarlo.
-¿Para qué? ¿Para que me vuelvas a tirar la copa?-bufé de nuevo y me encaminé hacia el baño.

Jack me siguió, lo sé porque estuvo llamándome todo el rato que fue detrás de mí, e incluso se coló en el baño de las chicas. Definitivamente, estaba loco, sí, loco.
Abrí el grifo del lavabo y mojé un poco la mancha, estaba intentando limpiarlo cuando Jack rodeó mi cintura con sus brazos desde atrás y apoyó su barbilla sobre mi hombro.

-Estás muy guapa hoy-susurró divertido, mirando el reflejo del espejo.
-Gracias-sonreí levemente y seguí concentrada en la mancha, pero me estaba poniendo más nerviosa de lo que yo ya estaba.
-Hoy no me has pegado-comentó él, besando mi mejilla.-¿A caso me vas a dar un beso?
-¿Te gustaría?-pregunté girando entre sus brazos para mirarle, cara a cara.
-Lo prefiero antes que una hostia-confesó y acercó su rostro al mío, como siempre hacía. Pero esta vez, no me iba a besar en la comisura, lo sabía.-¿Entonces, puedo?
-Ajá-exhalé un suspiro y noté como sus labios y los míos se encontraban.

No fue un beso dulce, ni inocente. ¡Que va! Ambos teníamos ganas de besar al otro, y Jack lo dejó bastante claro cuando su lengua se abrió paso entre mis labios y rozó la mía con necesidad. Besaba bastante bien, la verdad.

Sus manos se afianzaron en mi cintura, y mi espalda acabó contra la pared. Rodeé su cuello con mis brazos, pegándole más a mí. Era un bonito cambio improvisado, en vez de pegarle con las manos, nos estábamos pegando el lote, como diría Maggie.

La puerta del baño se abrió, pero no estaba pendiente de eso, si no, de seguir besando a Jack. Entonces escuchamos a Maggie carraspear y me separé como pude de Jack, jadeando debido a la falta de aire.

-Hostia puta, Magg-dije mirándola, sonreía divertida.
-Si se une, mejor ¿eh?-comentó Jack, y yo golpeé su hombro.
-Anda… Os dejo solitos-cerró la puerta y se marchó con una sonrisa muy bonita.
-Podíamos seguir un poquito más-susurró Jack mientras sus labios ascendían por mi cuello y atrapaban los míos de nuevo.-No besas tan mal… ¿Sigues pensando que beso mal?
-Sí-dije con firmeza.-Anda, quita.
-Joder, esto se lo echaré en cara a Maggie el resto de su vida-susurró Jack, separándose de mí.

Cuando salimos del baño, Maggie y Alex no estaban, por lo que supuse que estarían en algún otro sitio, haciendo algo que Maggie me confesaría al final. Jack y yo nos sentamos, él no separaba su brazo de mi cintura, y notaba las miradas incómodas de Rian, así que me separé de Jack y me acerqué a Rian.

-¿Te pasa algo?-le pregunté con suavidad.
-Pues, pues… ¿Tú crees que debería ir de cabeza a por una chica a la que no le gusto?-dijo de pronto mirándome.
-¿Te gusta mucho, mucho?
-Sí, la verdad. Es muy diferente al resto, al menos, para mí, no sé…-se quedó pensativo y yo sonreí.
-Si de verdad te gusta, ve de cabeza a por ella, de todos modos, el no siempre está asegurado, lo que hay que currarse es el sí…-respondí, no muy segura de que esa fuese la frase correcta, pero seguro que era lo que Rian quería escuchar.
-Gracias, de verdad-sonrió y besó mi mejilla con cariño.

Nos quedamos allí hablando de nuestras cosas. Realmente Rian era un chico encantador, dulce, y muy tranquilo, eso me gustaba. Era diferente del resto de All Time Low.

A las dos y media o así, Maggie y Alex aparecieron de nuevo en escena, y me fijé que Maggie tenía una marca en el cuello, no pude evitar sonreír, y ella me sonrió de vuelta al darse cuenta de lo que miraba.

-Deberíamos irnos a casa…-comentó Maggie sentándose a mi lado.
-¿Ya?-Alex le miró, poniendo ojitos.
-Sí, ya… Al menos nosotras-susurró apoyando su cabeza sobre mi hombro.-¿Te quedas a dormir en mi casa y mañana vas a tu casa a vestirte? Es demasiado tarde como para que vayas andando toda la calle, Jamie.
-Está bien-sonreí.
-Bueno, entonces, os llevamos a casa…
-Eh, por cierto, quiero mi dinero para llevarme a Jamie de boys eh-exclamó Maggie sonriente y besó mi mejilla.-Bien hecho, pequeña salamandra.

Reí sin poder evitarlo, y poco a poco, fuimos yendo hasta la salida, al menos nosotras, acompañadas de Alex y de Jack. Gracias a todos los santos, llegamos bien a casa, y al salir, Alex salió del coche, y abrazó a Maggie. Jack me miró y alzó una ceja, yo suspiré y me incliné para besar su mejilla, pero él atrapó mis labios con suavidad.

-Buenas noches-sonrió y me guiñó un ojo.

Cuando salí, Maggie besaba la mejilla de Alex. Vimos como el coche doblaba la esquina, y nosotras fuimos directas a casa de Maggie. Me dejó un pijama y nos metimos en la cama al instante.

-¿Qué ha pasado con Alex?-pregunté girando para mirarla.
-Nada… ¡Me ha besado!-exclamó como pudo abrazando la almohada.-Tío, que flipe.
-¿Me vas a llevar de Boys?-dije emocionada por la idea.
-Ya tienes a Jack-me guiñó un ojo y finalmente, apagó la luz.-Venga, duérmete petarda, que mañana tenemos clase…
-Buenas noches, imbécil.

jueves, 3 de marzo de 2011

Capítulo 19.

¡¡Hola!! Bueno, ayer fue el cumple de Natalia y hoy el Twitter de Rian cumple 2 años (llamadme fangirl, LO SOY, y stalker, TAMBIÉN).
Y os dejo con capítulo, que lo habéis estado deseando fervientemente. :)

xoxo!

Capítulo 19. (Maggie)
2004

Al salir de clase, Jamie y yo discutíamos la gran anomalía del día: el alumno estrella, el que nunca había faltado a clase, el que sacaba las mejores notas, había faltado a clase. Bueno, también era el más cerdo, el más imbécil y el más cabrón, ¿no? Era Frank, claro está.

-Rarísimo –dijo Jamie-. Todos en la clase de español decían que se había ido de viaje.
-¿Enserio? –pregunté-. Pues mira… si eso le aleja de Baltimore, mejor. ¡Eh, mira quiénes están ahí!
-¡Qué raro, si son Alex y Jack! –exclamó Jamie con exagerada sorpresa.
-¡Y vosotras sois Jamie y Maggie! –exclamó también Jack, llevándose las manos a la cabeza.
-Sí, y vosotros dos sois tontos –dije yo, señalando a Jamie y Jack.
-Venga, vamos para casa que hoy tenemos un día importante –apremió Alex.

El camino de vuelta a casa estuvo plagado del ambiente de nerviosismo. Alex puso su mano en mi cintura, y no la soltó de ahí hasta que llegamos a mi casa. Le abracé y besé su mejilla, y Jamie y yo entramos en mi casa.
Después de comer, ella fue a su casa a por su ropa y nos comenzamos a arreglar. Ella decía que tenía que ponerme guapísima. Les preguntamos a los chicos que si era formal o informal, y ellos nos dijeron que del estilo del cumpleaños de Frank, lo que era formal.
Jamie se puso un vestido rojo ajustado y corto que le quedaba de lujo, con unos tacones negros de salón y una americana negra. Yo me decanté por una falda negra y una camiseta de manga larga con hombreras gris. Me calcé unos botines de tacón grises y, tras maquillarnos y peinarnos, salimos a la puerta, donde Alex y Jack nos esperaban. Alex iba guapísimo, con un esmoquin negro (me hizo gracia verle con uno, pues en el cumpleaños de Frank no lo llevó).

-Eh, preciosa –me saludó, besándome la mejilla-. ¿Listas?
-Sí –contestamos Jamie y yo al unísono.

Montamos en el coche hasta el lugar donde sería la fiesta, y les ayudamos a poner los micrófonos en el escenario.
Cuando empezó la fiesta, con ella empezó el concierto y, tras cinco canciones (The Next Best Thing, Lullabies, Memories That Fade Like Photographs, Hit The Lights y Last Flight Home), los chicos se despidieron. Desmontamos rápido y quedamos en la puerta de un pub a las ocho y media.
Montamos en el coche los cuatro (Zack, Zoe y Rian iban a llevar los instrumentos a casa de Rian) y nos fuimos directamente al pub.
Noté cómo Jamie se iba poniendo más nerviosa por momentos. Los demás no lo notaban, pero algún que otro gesto o mirada furtiva me lo decía.
El pub no estaba mal. Estaba bien decorado y el ambiente era genial, no había mucha gente pero tampoco estaba vacío. Nos sentamos en unos sofás lo suficientemente grandes como para que cupiéramos todos y pedimos nuestras bebidas. Yo me pedí mi vodka con limón.
Cuando llegaron Zack, Zoe y Rian, el establecimiento se llenó de brindis inútiles y sin sentido, y a las nueve, Jack ya estaba más que contento, y Alex simplemente contentillo. El resto, como yo, sólo nos habíamos tomado una copa, y yo al menos no la había terminado. Alex me abrazó aún más contra él y me besó la mejilla.

-Aún no me has devuelto lo que me debías –me susurró contra el oído, supe inmediatamente de lo que hablaba.
-Alex, ahora estás con los efectos del alcohol… ahora no. En otro momento –sonreí-. ¿Quieres que salgamos a tomar el aire un poco?
-Sí, mejor, aquí huele a tabaco que apesta…

Salimos del pub y nos apoyamos en la pared. Alex se situó frente a mí y me miró.

-¿Sabes? Estoy bajo los efectos del alcohol, sí, pero estoy lo suficientemente sobrio como para saber que quiero besarte, de verdad. Si ya lo quise hacer en su momento y ya estaba con una Coca-Cola encima, con dos ron con cola, ¿iba a querer hacerlo solamente por el alcohol?

Le miré a los ojos. Cada vez estaba más cerca y yo, débil como soy, le rodeé el cuello con mis brazos y me acerqué a él. Rozamos nuestros labios, y luego se unieron en un cariñoso beso. Me sentí en el cielo mismo. Sabía más que bien, y todas mis articulaciones se relajaron en ese beso. Más que un morreo o un pico, fue el típico beso de las películas, pero me gustó y me valió. Al separarnos, me dio un pico y le abracé.

-¿Entramos? –me dijo.
-Sí.

Cuando entramos, Jack y Jamie habían desaparecido. Zack me dijo que Jack le había tirado la copa encima, y yo me alarmé. Fui al baño corriendo, pero lo que vi no fue a Jamie limpiándose el vestido mientras insultaba a Jack, sino a los dos arrinconados entre el lavabo y la pared, metiéndose la lengua hasta la campanilla.
Carraspeé.

-Hostia puta, Magg –dijo Jamie, separándose de Jack y jadeando.
-Si se une mejor, ¿eh? –dijo Jack.
-Anda, os dejo solitos… -reí, saliendo del baño.

Al llegar a la mesa decidí esperar a que ellos vinieran, y Alex me interceptó y me sentó sobre él. Estuvo acariciándome todo el rato, besando mi cuello y dándome algún que otro beso, con lo cual, yo estaba como en otra dimensión. Los chicos, obviamente, se dieron cuenta de nuestro cariño, y nos hicieron un poco el vacío.

-Tss –me dijo Alex al oído-, ¿nos vamos a un reservado?

Sonreí y asentí, y me llevó de la mano hasta la otra punta del pub, donde estaban los reservados. Nos metimos en uno y comenzó a besarme el cuello, para luego subir hacia mis labios, dejando que nuestras lenguas se encontraran y libraran una pelea.
Sus manos se deslizaban por mi espalda, y las mías permanecían enredadas en su pelo.

-Alex –dije, separándome un poco de él-. No voy a hacer nada más lejos que esto, ¿vale?
-No te lo iba a pedir –sonrió.
-Ah, vale, era sólo que lo supieras.

Le dediqué una sonrisa y le mordí el cuello.

-¿Si te hago un chupetón, tus padres te dirán algo? Mm… vamos a comprobarlo.

Besó mi cuello y después, como si de un vampiro se tratase, me dejó (seguramente) una bonita marca en el cuello que al día siguiente tendría que ocultar.

martes, 1 de marzo de 2011

Capítulo 18.

Bueno pequeñas caracolas, os subo capítulo, hoy estoy emocionada, ¡¡MAÑANA ES MI CUMPLE!! SWEET SIXTEEN *_*

Nada más que decir x)


Capítulo 18. (Jamie)
2004

-Comemos juntas-me informó Maggie con una sonrisa.-Alex pasará a por nosotros a las cinco, así que, terminamos la redacción de Historia, y tachán, ¡ensayo antes de la gran fiesta!
 
Yo le sonreí mientras la agarraba del brazo. Llevaba todo el día evitando que Maggie se encontrase con Frank, no me hacía gracia que mi amiga pudiese toparse con ese idiota y que, él se la llevase a la fuerza y, ¡Dios sabe qué le haría!
 
-Mira, están ahí-susurré tirando de ella.-Date prisa, Magg, joder.
-¿A qué viene todo esto?-preguntó ella, confusa.
-¿A qué viene todo esto? ¿De verdad?-la observé como si estuviese loca.
-Sí.
-¿A que Frank quiere violarte o Dios sabe qué cosas? ¿Quizá? ¿Cómo puedes estar tan tranquila?-este tema me ponía de los nervios.
-Joder, Jamie…-suspiró y me empujó con delicadeza hacia los chicos.-Eh, mírame.
-Lo estoy haciendo-le dije observándola.
-Estoy bien, gracias a ti, y a Alex. Así que, no te preocupes, por favor.
-Eres mi amiga, es mi deber-murmuré abrazándola.
-Eh, lo sé, y te lo agradezco-ella me devolvió el abrazo.
-¿Ha pasado algo que deba saber?-preguntó Alex abrazando a Maggie nada más separarnos nosotras.
-No, nada-respondió ella, y besó la mejilla de Alex.-Anda vamos.
 
No tardamos mucho en llegar a nuestras respectivas casas, y durante el trayecto, Jack intentó sacarme algo de lo ocurrido. Pero yo preferí callar, ante la noticia de que Frank le había dado una especie de ultimátum a Maggie, sabía que era ella quién debía decirlo, y también sabía que no iba a hacerlo si eso ponía en peligro a Alex o a mí, incluso.
Comimos en absoluto silencio, y cuando subimos a su cuarto, fue cuando me decidí hablar.
 
-No se lo vas a decir, ¿no?-inquirí mirándola.
-No-respondió ella, sacando un par de hojas.-No quiero que os metáis en esto, y menos tú. Joder, mira lo que pasó antes, ¡Alex casi le vuelve a pegar! No quiero eso. Odio la violencia, y odio meter en peligro a las personas que quiero.
-Eres demasiado buena tía, yo le daría una hostia o lo mataría ahí-comenté encogiéndome de hombros.
-Eres demasiado bestia tía-me imitó y ambas reímos.
 
Hicimos el trabajo bastante rápido, Maggie adoraba historia. Nos adecentamos un poco y a las cinco, en punto, montamos en el coche. Maggie besó la mejilla de Alex con cariño y yo besé levemente la mejilla de Jack. El ambiente era mejor que el de esta mañana, menos tensión y más ganas de verles ensayar.
 
-Mañana, a las cinco y media vendremos a por vosotras, porque… ¿Nos ayudaréis a llevar los instrumentos?-preguntó Alex mirando por el espejo retrovisor.
-¡Claro! Eso no se duda, además, Jack me debe una púa-le recordé mirándole.
-Hecho, señorita.
-Entonces, mañana vuelves a comer conmigo, Jamie.
-¡Me encanta esa idea!-exclamé.-Pero tienes que hacer spaguettis.
-¿Tanto te gustan?-preguntó mi amiga girándose a mirarme.
-Sí, pero sólo si los haces tú. Saben… Diferente.
-Que idiota eres-bufó divertida.
-¿Están ricos?-preguntó Jack con rapidez.
-Riquísimos-confirmé.
-Pues ya sabes, Maggie, el día que me quede a cenar en tu casa…-Alex sonrió sin apartar la vista de la carretera.
-Ah, ¿ese día que los cerdos vuelen y Jack esté gordo?
-¿Por qué tengo que estar gordo? ¡Con este cuerpo serrano que tengo!-exclamó el chico, indignado.
-Es una forma de hablar, bobo-reí.-Quiere decir, que como eso no va a pasar nunca, entonces, Alex no irá a cenar a su casa.
 
Jack pareció quedar conforme con esa explicación, y Alex aparcó en frente de la casa de Rian. Bajamos y fuimos al interior. Mientras todos colocaban sus instrumentos, yo aproveché a subir a la cocina a por una lata de Fanta y otra de coca cola para Maggie, y Rian me acompañó.
 
-¿Sabes, Jamie?-dijo mientras jugaba nervioso con la lata de coca cola que había dejado yo encima de la encimera.
-¿Qué pasa?-cerré la puerta del frigorífico y le miré.
-Los chicos han hecho una puesta-comenzó.-Han apostado que el diecisiete, te lías con Jack.
-¿Ah sí?-sonreí. ¿Apostaban que me iba a liar con Jack? Bueno, podía hacerlo, y llevarme todo el dinero de la apuesta. Total, la que se iba a divertir, sería yo.-Mmm, interesante.
-¿Vas a liarte con él?-preguntó Rian cogiendo la lata de coca cola y acompañándome. 
-No creo-le dije, aunque ya tenía la idea, no quería que nadie se enterase.
 
Cuando llegamos abajo, le di la lata de coca cola a Maggie y me senté a su lado mientras Rian se sentaba en la batería. 
Comenzaron con The Party Scene, y la repitieron un par de veces.
Last Flight Home, y Memories that fade like photographs. Después, tomaron un respiro.
 
-Oye, esto no parece un concierto-murmuró Alex mirando a Maggie.
-¿Quieres que hagamos un mini-concierto?-propuso mi amiga levantándose y levantando a Zoe y a mí con ella-.Vaaaaaaaale.
-Dios, no…-suspiré.
-Calla…
-Venga, vamos a seguir chicos-murmuró Jack rasgueando.
 
Comenzamos a saltar al ritmo de Hit the lights, y después, The next best thing. Estuvimos así, saltando y tarareando las canciones mientras los chicos las repetían con más energía, les gustaba ver al público saltar con ellos. Eso molaba. Volvieron a repetir Memories that fade like photographs, y en esa, Maggie y yo nos empezamos a volver “locas” es decir, cantábamos, saltábamos, reíamos. 
 
Seguimos así todo el ensayo, que acabó bastante más tarde de lo planeado. Alex y Jack nos acompañaron a casa. Nos despedimos de ellos y cuando llegué a casa, tenía un mensaje de Jack.
 
Espero que te lo hayas pasado bien, y en el concierto del jueves, saltes igual. Por cierto, dile a Maggie que vaya mona, que seguro que eso anima a Alex… A ti no te digo nada, porque lo mismo, al verme, me pegas. Hasta mañana, boba.
 
Reí sin poder evitarlo, y me puse el pijama. Realmente no tardé mucho en quedarme dormida.