jueves, 3 de marzo de 2011

Capítulo 19.

¡¡Hola!! Bueno, ayer fue el cumple de Natalia y hoy el Twitter de Rian cumple 2 años (llamadme fangirl, LO SOY, y stalker, TAMBIÉN).
Y os dejo con capítulo, que lo habéis estado deseando fervientemente. :)

xoxo!

Capítulo 19. (Maggie)
2004

Al salir de clase, Jamie y yo discutíamos la gran anomalía del día: el alumno estrella, el que nunca había faltado a clase, el que sacaba las mejores notas, había faltado a clase. Bueno, también era el más cerdo, el más imbécil y el más cabrón, ¿no? Era Frank, claro está.

-Rarísimo –dijo Jamie-. Todos en la clase de español decían que se había ido de viaje.
-¿Enserio? –pregunté-. Pues mira… si eso le aleja de Baltimore, mejor. ¡Eh, mira quiénes están ahí!
-¡Qué raro, si son Alex y Jack! –exclamó Jamie con exagerada sorpresa.
-¡Y vosotras sois Jamie y Maggie! –exclamó también Jack, llevándose las manos a la cabeza.
-Sí, y vosotros dos sois tontos –dije yo, señalando a Jamie y Jack.
-Venga, vamos para casa que hoy tenemos un día importante –apremió Alex.

El camino de vuelta a casa estuvo plagado del ambiente de nerviosismo. Alex puso su mano en mi cintura, y no la soltó de ahí hasta que llegamos a mi casa. Le abracé y besé su mejilla, y Jamie y yo entramos en mi casa.
Después de comer, ella fue a su casa a por su ropa y nos comenzamos a arreglar. Ella decía que tenía que ponerme guapísima. Les preguntamos a los chicos que si era formal o informal, y ellos nos dijeron que del estilo del cumpleaños de Frank, lo que era formal.
Jamie se puso un vestido rojo ajustado y corto que le quedaba de lujo, con unos tacones negros de salón y una americana negra. Yo me decanté por una falda negra y una camiseta de manga larga con hombreras gris. Me calcé unos botines de tacón grises y, tras maquillarnos y peinarnos, salimos a la puerta, donde Alex y Jack nos esperaban. Alex iba guapísimo, con un esmoquin negro (me hizo gracia verle con uno, pues en el cumpleaños de Frank no lo llevó).

-Eh, preciosa –me saludó, besándome la mejilla-. ¿Listas?
-Sí –contestamos Jamie y yo al unísono.

Montamos en el coche hasta el lugar donde sería la fiesta, y les ayudamos a poner los micrófonos en el escenario.
Cuando empezó la fiesta, con ella empezó el concierto y, tras cinco canciones (The Next Best Thing, Lullabies, Memories That Fade Like Photographs, Hit The Lights y Last Flight Home), los chicos se despidieron. Desmontamos rápido y quedamos en la puerta de un pub a las ocho y media.
Montamos en el coche los cuatro (Zack, Zoe y Rian iban a llevar los instrumentos a casa de Rian) y nos fuimos directamente al pub.
Noté cómo Jamie se iba poniendo más nerviosa por momentos. Los demás no lo notaban, pero algún que otro gesto o mirada furtiva me lo decía.
El pub no estaba mal. Estaba bien decorado y el ambiente era genial, no había mucha gente pero tampoco estaba vacío. Nos sentamos en unos sofás lo suficientemente grandes como para que cupiéramos todos y pedimos nuestras bebidas. Yo me pedí mi vodka con limón.
Cuando llegaron Zack, Zoe y Rian, el establecimiento se llenó de brindis inútiles y sin sentido, y a las nueve, Jack ya estaba más que contento, y Alex simplemente contentillo. El resto, como yo, sólo nos habíamos tomado una copa, y yo al menos no la había terminado. Alex me abrazó aún más contra él y me besó la mejilla.

-Aún no me has devuelto lo que me debías –me susurró contra el oído, supe inmediatamente de lo que hablaba.
-Alex, ahora estás con los efectos del alcohol… ahora no. En otro momento –sonreí-. ¿Quieres que salgamos a tomar el aire un poco?
-Sí, mejor, aquí huele a tabaco que apesta…

Salimos del pub y nos apoyamos en la pared. Alex se situó frente a mí y me miró.

-¿Sabes? Estoy bajo los efectos del alcohol, sí, pero estoy lo suficientemente sobrio como para saber que quiero besarte, de verdad. Si ya lo quise hacer en su momento y ya estaba con una Coca-Cola encima, con dos ron con cola, ¿iba a querer hacerlo solamente por el alcohol?

Le miré a los ojos. Cada vez estaba más cerca y yo, débil como soy, le rodeé el cuello con mis brazos y me acerqué a él. Rozamos nuestros labios, y luego se unieron en un cariñoso beso. Me sentí en el cielo mismo. Sabía más que bien, y todas mis articulaciones se relajaron en ese beso. Más que un morreo o un pico, fue el típico beso de las películas, pero me gustó y me valió. Al separarnos, me dio un pico y le abracé.

-¿Entramos? –me dijo.
-Sí.

Cuando entramos, Jack y Jamie habían desaparecido. Zack me dijo que Jack le había tirado la copa encima, y yo me alarmé. Fui al baño corriendo, pero lo que vi no fue a Jamie limpiándose el vestido mientras insultaba a Jack, sino a los dos arrinconados entre el lavabo y la pared, metiéndose la lengua hasta la campanilla.
Carraspeé.

-Hostia puta, Magg –dijo Jamie, separándose de Jack y jadeando.
-Si se une mejor, ¿eh? –dijo Jack.
-Anda, os dejo solitos… -reí, saliendo del baño.

Al llegar a la mesa decidí esperar a que ellos vinieran, y Alex me interceptó y me sentó sobre él. Estuvo acariciándome todo el rato, besando mi cuello y dándome algún que otro beso, con lo cual, yo estaba como en otra dimensión. Los chicos, obviamente, se dieron cuenta de nuestro cariño, y nos hicieron un poco el vacío.

-Tss –me dijo Alex al oído-, ¿nos vamos a un reservado?

Sonreí y asentí, y me llevó de la mano hasta la otra punta del pub, donde estaban los reservados. Nos metimos en uno y comenzó a besarme el cuello, para luego subir hacia mis labios, dejando que nuestras lenguas se encontraran y libraran una pelea.
Sus manos se deslizaban por mi espalda, y las mías permanecían enredadas en su pelo.

-Alex –dije, separándome un poco de él-. No voy a hacer nada más lejos que esto, ¿vale?
-No te lo iba a pedir –sonrió.
-Ah, vale, era sólo que lo supieras.

Le dediqué una sonrisa y le mordí el cuello.

-¿Si te hago un chupetón, tus padres te dirán algo? Mm… vamos a comprobarlo.

Besó mi cuello y después, como si de un vampiro se tratase, me dejó (seguramente) una bonita marca en el cuello que al día siguiente tendría que ocultar.

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